XIV Taller Internacional "Comunidades 2019: Historia y Desarrollo" "Comunidades 2019" -Comunidades 2019

XIV Taller Internacional "Comunidades 2019: Historia y Desarrollo"

Comunidades 2019

Caracterización de los juegos de velorios en Florencia, Ciego de Ávila

En nuestro país se concede gran importancia al individuo y a la comunidad por desempeñar ambos un papel primordial en los procesos de transformación, toma de decisiones y autogestión en la búsqueda de soluciones a los múltiples problemas que enfrenta el hombre en su ámbito de actuación más cercano y que es lo local. De esta manera, se convierte la comunidad en un espacio importante con condiciones objetivas y subjetivas donde la historia, las tradiciones y las relaciones sociales confluyen para formar la base estructural necesaria para preservar costumbres, despertar motivaciones y sentimientos comunitarios, facilitando la búsqueda de soluciones de forma conjunta. Cuba ostenta una cultura basada en los orígenes étnicos que conforman nuestra nacionalidad., por medio de las manifestaciones que legitiman la Cultura Popular Tradicional. Al triunfo de la Revolución en 1959, se hizo un llamado al rescate de tradiciones, y se promovieron investigaciones que ratificaban fechas y descubrimientos, datos necesarios para escribir nuestra verdadera historia. Se preconizó el conocimiento y valoración de nuestras tradiciones, de forma sistémica, en todo el ámbito nacional. Se acopiaron y estudiaron los elementos propios del acervo cultural tradicional del pueblo, pero ahora desde un punto de vista científicamente estructurado. Por ello se hace necesario realizar un estudio de las fiestas populares campesinas porque se comprobó que en muchas de las comunidades se realizaban las mismas y se han ido perdiendo estas tradiciones. Si nos remontamos a su origen más primitivo, estas fiestas nos llegan de los rituales que se ofrecían a los dioses de la naturaleza para que propiciaran abundantes cosechas. Con el tiempo se convirtieron en fiestas que incluían teatralizaciones, así como distintas manifestaciones musicales y danzarías, por lo que derivó en actividades laicas. No obstante la iglesia mantiene el culto a San Isidro Labrador, patrón de los agricultores y otras. Como su nombre lo indica son festividades de ambiente rural. En Cuba, responde en general, a un origen hispano y en especial canario, por su asentamiento en numerosos lugares donde se dedicaron a varios cultivos, especialmente al tabaco. El campesino cubano por razones propias de su habitad, conservó con mayor fuerza las tradiciones propias de sus tierras de origen, aunque han evolucionado a partir de un proceso de asimilación y cambio natural en este tipo de manifestación. Estas fiestas, casi siempre organizadas por un grupo familiar, agrupan a los vecinos del lugar, a veces de sitios cercanos. Sus motivaciones suelen ser disímiles, pues estas fiestas campesinas responden a una variada gama de intereses que van de la lógica de diversión y entretenimiento hasta los de carácter laboral, conmemorativo, lucrativo, carnavalesco y religioso. Cada uno de estos intereses o motivaciones se subdividen, a su vez, en correspondencia con la actividad específica dada. Si una motivación es laboral puede poseer tres vertientes: comienzo de cosecha, fin de cosecha o ayuda mutua entre vecinos. La conmemorativa responde a acontecimientos familiares: bodas, bautizos y cumpleaños, o acontecimientos de especial valor entro del grupo, como algunos hechos de significación patriótica o social. Las fiestas adquieren un carácter lucrativo cuando se realizan con el propósito de recaudar fondos con beneficios públicos, construcción de un bien común o el mejoramiento de los existentes o con beneficio privado, enfermedad de algún familiar o vecino. La celebración del día asignado en el santoral católico como propio del santo o deidad venerada, por el cumplimiento de una promesa, la petición de algún deseo o milagro y el propiciatorio de un resultado esperado, conforma las motivaciones religiosas. Por último, han aparecido restos de festejos, cuya razón de ser fue carnavalesca, como en el caso de las fiestas campesinas de mamarrachos; especie de mascaradas que se trasladaba de casa en casa en toda sitiería o barrio rural. Estas fiestas se desarrollan en la comunidad de Abras Grandes. Los juegos de velorio podían realizarse con el único fin de entretener o como homenaje a algún santo al que le agradecían sus favores .Estos formaban parte de todo un programa de para el uso del tiempo libre que incluía ,guateques ,toque de fotutos ,juegos de cartas, peleas de gallos, bailes de beneficios entre otros. En el estudio de la historia de la cultura cubana se ha hecho imprescindible para el ser humano indagar sobre las tradiciones y costumbre del país para conocer los diferentes fenómenos y evolución del arte en la sociedad, precisamente de ello se ocupa el estudio de la cultura popular tradicional, pero dentro de ella existen elementos que se han perdido su sistematicidad en la ejecución como son los juegos de velorios que a criterio de los autores son juegos tradicionales, con participación popular que adquieren sus modalidades, formas de desarrollarse y juegos a ejecutar de acuerdo al lugar y las tradiciones de la localidad donde se desarrollen. En las zonas rurales cubanas después del triunfo de la Revolución se realizaron transformaciones de gran envergadura con las que se lograron eliminar muchas de las diferencias existentes entre el campo y la ciudad. En múltiples lugares llegó la luz eléctrica y con ella la televisión y otras formas de esparcimiento que antes no existían. Los juegos de velorio podían realizarse con el único fin de entretener o como homenaje a algún santo al que le agradecían sus favores. Con este fin se montaba un altar con la imagen del santo al que se le había hecho la promesa, se colocaba una sábana blanca en la pared y se adornaba con flores, se ponían nueve vasos con agua y se encendían igual número de velas . Existe el velorio serio o alumbrado de santos y el parrandeao. Había velorios que se hacían serios hasta las doce de la noche y a partir de esa hora eran parrandeaos con la décima cubana y su acostumbrado ingrediente de aguardiente, además del chocolate, la galleta con dulce de guayaba o queso. Estos se desarrollaban principalmente en la parte central del país, lo que se llamaba antiguamente provincia de Las Villas, y en el caso de Florencia por estar en los límites con ese territorio también acogió su práctica. Se celebran principalmente en Abras Grandes, Los Ramones Viejos, El Cuabal, Limpios Grandes, El Palmar, Guadalupe y La Vega. Los juegos tenían un papel protagónico. La forma de realización de todos ellos era semejante. La persona que dirigía el juego proponía un asunto y los demás cumplían su requerimiento. Si se equivocaban se le pedía un objeto de uso personal que era depositado en un sombrero y que solo se devolvería después de pasar una prueba o castigo. Bibliografía 1. Barreto Vargas, Carmen Marina. Inmigración, identidad y adaptación sociocultural en los rituales festivos Canario-Cubanos. Revista Guize, Asociación Canaria de Antropología, Vol. 2-1995, p. 79 2. Feliú, Virtudes. La herencia hispana en los festejos cubanos. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 2010 3.- Martínez Martínez, Rolando. Monografía: Historia de la cultura del Municipio Florencia, 1997. 4. Naranjo, C. Del campo a la bodega; recuerdos de gallegos en Cuba (siglo XX), La Coruña, Ediciones do Castro, 1988, p. 96-100 5. Ortiz, Fernando. Contrapunteo del tabaco y el azúcar. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1975, p. 103

En nuestro país se concede gran importancia al individuo y a la comunidad por desempeñar ambos un papel primordial en los procesos de transformación, toma de decisiones y autogestión en la búsqueda de soluciones a los múltiples problemas que enfrenta el hombre en su ámbito de actuación más cercano y que es lo local. De esta manera, se convierte la comunidad en un espacio importante con condiciones objetivas y subjetivas donde la historia, las tradiciones y las relaciones sociales confluyen para formar la base estructural necesaria para preservar costumbres, despertar motivaciones y sentimientos comunitarios, facilitando la búsqueda de soluciones de forma conjunta. Cuba ostenta una cultura basada en los orígenes étnicos que conforman nuestra nacionalidad., por medio de las manifestaciones que legitiman la Cultura Popular Tradicional. Al triunfo de la Revolución en 1959, se hizo un llamado al rescate de tradiciones, y se promovieron investigaciones que ratificaban fechas y descubrimientos, datos necesarios para escribir nuestra verdadera historia. Se preconizó el conocimiento y valoración de nuestras tradiciones, de forma sistémica, en todo el ámbito nacional. Se acopiaron y estudiaron los elementos propios del acervo cultural tradicional del pueblo, pero ahora desde un punto de vista científicamente estructurado. Por ello se hace necesario realizar un estudio de las fiestas populares campesinas porque se comprobó que en muchas de las comunidades se realizaban las mismas y se han ido perdiendo estas tradiciones. Si nos remontamos a su origen más primitivo, estas fiestas nos llegan de los rituales que se ofrecían a los dioses de la naturaleza para que propiciaran abundantes cosechas. Con el tiempo se convirtieron en fiestas que incluían teatralizaciones, así como distintas manifestaciones musicales y danzarías, por lo que derivó en actividades laicas. No obstante la iglesia mantiene el culto a San Isidro Labrador, patrón de los agricultores y otras. Como su nombre lo indica son festividades de ambiente rural. En Cuba, responde en general, a un origen hispano y en especial canario, por su asentamiento en numerosos lugares donde se dedicaron a varios cultivos, especialmente al tabaco. El campesino cubano por razones propias de su habitad, conservó con mayor fuerza las tradiciones propias de sus tierras de origen, aunque han evolucionado a partir de un proceso de asimilación y cambio natural en este tipo de manifestación. Estas fiestas, casi siempre organizadas por un grupo familiar, agrupan a los vecinos del lugar, a veces de sitios cercanos. Sus motivaciones suelen ser disímiles, pues estas fiestas campesinas responden a una variada gama de intereses que van de la lógica de diversión y entretenimiento hasta los de carácter laboral, conmemorativo, lucrativo, carnavalesco y religioso. Cada uno de estos intereses o motivaciones se subdividen, a su vez, en correspondencia con la actividad específica dada. Si una motivación es laboral puede poseer tres vertientes: comienzo de cosecha, fin de cosecha o ayuda mutua entre vecinos. La conmemorativa responde a acontecimientos familiares: bodas, bautizos y cumpleaños, o acontecimientos de especial valor entro del grupo, como algunos hechos de significación patriótica o social. Las fiestas adquieren un carácter lucrativo cuando se realizan con el propósito de recaudar fondos con beneficios públicos, construcción de un bien común o el mejoramiento de los existentes o con beneficio privado, enfermedad de algún familiar o vecino. La celebración del día asignado en el santoral católico como propio del santo o deidad venerada, por el cumplimiento de una promesa, la petición de algún deseo o milagro y el propiciatorio de un resultado esperado, conforma las motivaciones religiosas. Por último, han aparecido restos de festejos, cuya razón de ser fue carnavalesca, como en el caso de las fiestas campesinas de mamarrachos; especie de mascaradas que se trasladaba de casa en casa en toda sitiería o barrio rural. Estas fiestas se desarrollan en la comunidad de Abras Grandes. Los juegos de velorio podían realizarse con el único fin de entretener o como homenaje a algún santo al que le agradecían sus favores .Estos formaban parte de todo un programa de para el uso del tiempo libre que incluía ,guateques ,toque de fotutos ,juegos de cartas, peleas de gallos, bailes de beneficios entre otros. En el estudio de la historia de la cultura cubana se ha hecho imprescindible para el ser humano indagar sobre las tradiciones y costumbre del país para conocer los diferentes fenómenos y evolución del arte en la sociedad, precisamente de ello se ocupa el estudio de la cultura popular tradicional, pero dentro de ella existen elementos que se han perdido su sistematicidad en la ejecución como son los juegos de velorios que a criterio de los autores son juegos tradicionales, con participación popular que adquieren sus modalidades, formas de desarrollarse y juegos a ejecutar de acuerdo al lugar y las tradiciones de la localidad donde se desarrollen. En las zonas rurales cubanas después del triunfo de la Revolución se realizaron transformaciones de gran envergadura con las que se lograron eliminar muchas de las diferencias existentes entre el campo y la ciudad. En múltiples lugares llegó la luz eléctrica y con ella la televisión y otras formas de esparcimiento que antes no existían. Los juegos de velorio podían realizarse con el único fin de entretener o como homenaje a algún santo al que le agradecían sus favores. Con este fin se montaba un altar con la imagen del santo al que se le había hecho la promesa, se colocaba una sábana blanca en la pared y se adornaba con flores, se ponían nueve vasos con agua y se encendían igual número de velas . Existe el velorio serio o alumbrado de santos y el parrandeao. Había velorios que se hacían serios hasta las doce de la noche y a partir de esa hora eran parrandeaos con la décima cubana y su acostumbrado ingrediente de aguardiente, además del chocolate, la galleta con dulce de guayaba o queso. Estos se desarrollaban principalmente en la parte central del país, lo que se llamaba antiguamente provincia de Las Villas, y en el caso de Florencia por estar en los límites con ese territorio también acogió su práctica. Se celebran principalmente en Abras Grandes, Los Ramones Viejos, El Cuabal, Limpios Grandes, El Palmar, Guadalupe y La Vega. Los juegos tenían un papel protagónico. La forma de realización de todos ellos era semejante. La persona que dirigía el juego proponía un asunto y los demás cumplían su requerimiento. Si se equivocaban se le pedía un objeto de uso personal que era depositado en un sombrero y que solo se devolvería después de pasar una prueba o castigo. Bibliografía 1. Barreto Vargas, Carmen Marina. Inmigración, identidad y adaptación sociocultural en los rituales festivos Canario-Cubanos. Revista Guize, Asociación Canaria de Antropología, Vol. 2-1995, p. 79 2. Feliú, Virtudes. La herencia hispana en los festejos cubanos. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 2010 3.- Martínez Martínez, Rolando. Monografía: Historia de la cultura del Municipio Florencia, 1997. 4. Naranjo, C. Del campo a la bodega; recuerdos de gallegos en Cuba (siglo XX), La Coruña, Ediciones do Castro, 1988, p. 96-100 5. Ortiz, Fernando. Contrapunteo del tabaco y el azúcar. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1975, p. 103

Sobre el ponente

Nelson Aragòn Martínez

Lic. Nelson Aragòn Martínez

Uneac Flag of Cuba
Información Práctica
English (US)
No definido
30 minutos
No definido
Autores
Roberto garcés gonzález
Lic. Nelson Aragòn Martínez
Palabras clave
cultrua
identidad
tradicion
Documentos