Simposio Internacional "Hábitat y Desarrollo Comunitario Sostenible" "HAB-COM 2021"

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HAB-COM 2021

COVID-19: Intersecciones múltiples entre comunicación, demografía y percepción del riesgo

El brote de COVID-19, provocado por el SARS-CoV-2 (Síndrome respiratorio agudo severo por coronavirus 2) en Wuhan, a finales de 2019, no solo modificó los protocolos de actuación médica ante epidemias de infecciones respiratorias en el mundo, sino que cambió la forma en que la investigación científica y la comunicación establecen alianzas para manejar las contingencias sanitarias.

Ante la evidencia de una enfermedad nueva y peligrosa, junto a la certeza de que alternativas como la vacunación segura y masiva demorarían en llegar, la investigación social -y en particular los análisis sociodemográficos- junto a la comunicación se posicionaron junto a la investigación médico farmaceútica como herramientas vitales para garantizar acceso a tratamientos, medios de diagnóstico y vacunas, pero también para buscar diferenciales en los impactos de la pandemia y para gestionar la información necesaria para que las personas adopten las medidas de prevención existentes para protegerse y salvar vidas.

La ciencia, compulsada por la magnitud y transmisibilidad del virus SARS-CoV-2, inició desde bien temprano una carrera contra el tiempo en busca de protocolos de atención eficientes, vacunas que frenen definitivamente el contagio y respuestas diversas ante un enorme cúmulo de interrogantes que han ido apareciendo cada día.

Si bien la posibilidad de contagio de la COVID-19, en términos médicos generales, es la misma para todos los seres humanos, la pandemia ha demostrado que no todas las personas son afectadas por ella de la misma manera. La percepción del riesgo, el cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias y otras condicionantes marcan el ritmo –y los resultados- del enfrentamiento a la enfermedad. Entre ellas, destacan diferenciales que tienen que ver con la edad y el sexo –quizás los más evidentes-; pero también la movilidad de las poblaciones y su morbilidad, las condiciones de sus viviendas, las dinámicas familiares, el desempeño laboral, los roles y estereotipos de género, las tareas de cuidado, los hábitos y comportamientos de vida y consumo, o la manera en que se recibe y consume la información, entre otros.

Directamente relacionada con la percepción de riesgo se encuentran los procesos de comunicación en temas de población y salud. El brote de COVID-19 no solo modificó los protocolos de actuación médica ante epidemias de infecciones respiratorias en el mundo, sino que cambió la forma en que la prensa en particular ―y los medios de comunicación en general― manejan las contingencias sanitarias.

A juicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en este caso la comunicación no es colateral, sino parte integral de la respuesta sanitaria y se considera “una intervención de salud pública más”. Quiere decir que, si se facilita información precisa, pronta y frecuente, en un idioma que las personas entiendan y a través de canales confiables, la población podrá tomar decisiones y adoptar comportamientos positivos para protegerse a sí mismas y a sus seres queridos. O sea, que en situaciones de contingencia sanitaria, procesos de comunicación eficientes se convierten, también, en aliados para elevar la percepción del riesgo de poblaciones concretas, teniendo en cuenta que los medios de comunicación deben partir de un conocimiento eficiente de los contenidos, pero también del estudio de las características y de las necesidades de sus grupos de receptores.

Los medios de comunicación, en tanto aparatos mediadores de la sociedad, actúan como moduladores en estas situaciones. En línea con la Teoría Social de la Comunicación, del académico e investigador español Manuel Martín Serrano, los medios articulan procesos referenciales y cognitivos, intervienen en la representación de la realidad y, en paralelo a otras instituciones también mediadoras –en este caso concreto las de Salud Pública, gubernamentales o los centros de investigación científica- administran la producción y la oferta de información.

¿Cómo se ha establecido en Cuba esta relación en el contexto de la pandemia de COVID-19? ¿Ha estado la comunicación articulada con la evolución de la contingencia sanitaria en el país? ¿Cuál ha sido el papel de los medios en la construcción de la percepción del riesgo de poblaciones diversas? 

The bud of COVID-19, caused by the SARS-CoV-2 (severe sharp breathing Syndrome for coronavirus 2) in Wuhan, at the end of 2019, not alone it modified the protocols of medical performance before epidemics of breathing infections in the world, but rather it changed the form in that the scientific investigation and the communication establish alliances to manage the sanitary contingencies.

Before the evidence of a new and dangerous illness, next to the certainty that alternative as the sure and massive vaccination they would delay in arriving, the social investigation -y in particular the demographic analyses - next to the communication they were positioned next to the medical and pharmacological investigation as vital tools to guarantee access to treatments, means of diagnosis and bovine, but also to look for differential in the impacts of the pandemic and to negotiate the necessary information so that people adopt the existent measures of prevention to be protected and to save lives.

The science, compared by the magnitude and transferability of the virus SARS-CoV-2, began from very early a career against the time in search of efficient protocols of attention, you vaccinate that brake the infection and diverse answers definitively before the enormous heap of queries that it appears every day.

Although the possibility of infection of the COVID-19, in general medical terms, is the same one for all the human beings, the pandemic has demonstrated that not all the people are affected in the same way by her. The perception of the risk, the execution of the sanitary hygienic measures and other conditions mark the rhythm -y the results - of the confrontation to the illness. Among them, they highlight differential that have to do -maybe with the age and the sex the most evident-; but also the mobility of the populations and their morbidity, the conditions of their housings, the family dynamics, the job performance, the lists and gender stereotypes, the tasks of care, the habits and behaviors of life and consumption, or the way in that one receives and it consumes the information, among others.

Directly related with the perception of risk they are the communication processes in population's topics and health. The bud of non alone COVID-19 modified the protocols of medical performance before epidemics of breathing infections in the world, but rather it changed the form in that the press in particular the media in general they manage the sanitary contingencies.

In opinion of the World Organization of the Health (OMS), in this case the communication is not collateral, but integral part of the sanitary answer and it is considered an intervention of public health more". It means that if exists precise, prompt and frequent information, in a language that people understand and through reliable channels, the population will be able to make decisions and to adopt positive behaviors to be protected themselves and their dear beings. That is to say that in situations of sanitary contingency, efficient communication processes can will transform, also, in allies to elevate the perception of the risk of concrete populations, keeping in mind that the media should leave of an efficient knowledge of the contents, but also of the study of the characteristics and of the necessities of their receivers.

The media, as long as apparatuses mediators of the society, act as modulators in these situations. On-line with the Social Theory of the Communication, of the academic and Spanish investigator Manuel Martín Serrano, the means articulate processes cognitive, intervenes in the representation of the reality and, in parallel to other institutions also mediators -in this concrete case those of public, government health or the centers of scientific investigation - they administer the production and the offer of information.

How has this relationship settled down in Cuba in the context of the pandemic of COVID-19? Has communication articulated with the evolution of the sanitary contingency in the country? Which has the paper of the means been in the construction of the perception of the risk of diverse populations?


Sobre el ponente

Dixie Edith Trinquete Díaz

Dr. Dixie Edith Trinquete Díaz

Centro de Estudios Flag of Cuba
Información Práctica
Spanish / Español
noviembre 23, 2021 1:30 p. m.
4 minutos
L1
Autores
Dr. Dixie Edith Trinquete Díaz
Palabras clave
análisis demográfico
communication
comunicación
covid-19
cuba
demographic analyses
percepción del riesgo
perception of the risk
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