El suicidio, un acto complejo influenciado por factores psicosociales, genéticos y experiencias adversas, había seguido siendo un problema global que impactaba también a niños. En Cuba, a pesar de la disminución general de las tasas de suicidio, la conducta suicida infanto-juvenil había sido una prioridad. La escasez de investigación empírica limitaba el desarrollo de tratamientos y estrategias de prevención efectivas, lo que requería una mayor comprensión del fenómeno. Teniendo en cuenta estos elementos, en la presente investigación se caracterizaron las creencias sobre la conducta suicida infantil en la población cubana mayor de 18 años, empleando un enfoque de investigación mixto y aplicando un diseño exploratorio secuencial derivativo. Se administró un cuestionario inicial para generar categorías analíticas a partir de las respuestas individuales de los participantes. Posteriormente, se diseñó un segundo cuestionario basado en las categorías identificadas. El análisis cualitativo se realizó con el software Atlas.ti y el análisis cuantitativo con SPSS. Este estudio identificó que la disfunción familiar, la depresión, el maltrato y los problemas académicos estaban correlacionados con la conducta suicida infantil en Cuba, destacando la influencia de familias disfuncionales, problemas psicológicos y bullying, con la violencia como causa significativa y el trauma como consecuencia, en línea con investigaciones previas. Se resaltó la urgente necesidad de implementar estrategias de prevención y reconocer adecuadamente esta problemática, conforme a las recomendaciones de la OMS.