La Administración como ciencia moderna racionalizó todos los procesos humanos en las organizaciones por lo que quedaron excluidos elementos irracionales e ilógicos de los modelos económico-administrativos y fueron reducidos a variables externas o aleatorias. Hacia finales del siglo XX, el nuevo paradigma de la complejidad ha demostrado la necesidad de desarrollar modelos holistas que puedan comprender de mejor manera al ser humano en las estructuras que ha creado. En ese sentido, proponer un modelo analítico que identifique y estudie los efectos de las emociones de los trabajadores sobre los resultados de desempeño. Se parte del concepto de Eudaimonía de Aristóteles reinterpretado desde Spinoza e incluye una causa de la cooperación del trabajo poco explorada de Marx, “la excitación de los espíritus vitales”. El modelo resultante se compone de 6 categorías que exploran en las causas de la felicidad que se experimentan en procesos de trabajo, cuando el trabajador entra en contacto con otro; se utiliza para la comprensión de los procesos en dos organizaciones cooperativas, una en México y otra en Colombia. La metodología empleada se basa en el método de estudio de caso y básicamente es etnográfico, se recurre a entrevistas a profundidad y observación semi-estructurada. Los resultados demuestran que los procesos emocionales eudaimónicos inciden de forma positiva en el desempeño organizacional, además, que la identificación de los afectos positivos que llevan a la felicidad está determinada por las construcciones simbólicas de las organizaciones. Por tanto, una organización que ha construido sus propios mitos fundacionales, relatos legitimadores, idearios o imaginarios personificados en líderes, es más proclive a procesos emocionales eudaimónicos y por tanto a tener un mejor desempeño.