La educación es la práctica que más humaniza del ser humano por su influencia en el desarrollo de mujeres y hombres, ya que se adquiere más de las vivencias que de pensamientos, es el vínculo que armoniza al ser humano con su historia; la participación de las niñas, niños y adolescentes (NNA) en la creación de normas de convivencia es impredecible, ya que con su aporte se impulsa su creatividad y libertad de expresión. La calidad educativa es más que sólo un propósito de formación en las materias es un agente socializador y una institución comunitaria encargada no sólo de formar futuros profesionales, sino ciudadanos creadores y reproductores de dicha sociedad . Es necesario eliminar los componentes estructurales que generan la violencia y el acoso escolar en contra de NNA en factores como el económico, político, social, cultural y ambiental, que vayan más allá de solamente medidas que aborden las consecuencias; medidas que logren interiorizar valores y prácticas no violentas . Una educación de calidad es una herramienta para disminuir las desigualdades y la inequidad; un mecanismo que ayuda a disociar las diferencias y a transformar el sistema educativo interrelacionados con la sociedad, alcanzando un bienestar emocional y una educación en valores que favorezcan el desarrollo comunitario. Para lograr una protección integral es necesario que el Estado asuma sus compromisos y responsabilidades sustentados en la Convención de los Derechos del Niño y en sus Protocolos Facultativos. Su marco jurídico debe estar respaldado por políticas, programas, objetivos y metas; es necesario reasignar recursos que brinden oportunidades y condiciones óptimas encaminadas a lograr un desarrollo integral, libre de exclusiones, discriminaciones y desigualdades que permitan una vida plena para NNA mexicanos, basados en los principios de universalidad, indivisibilidad, irreversibilidad e irrenunciabilidad de sus derechos.