Muchos países incluyendo el nuestro, le dedican recursos e inteligencia al recurso agua, y tienen conformada una estructura que garantice, a nivel de país, el estudio de sus reservas, su conservación y la regulación de su explotación; estando entre sus objetivos fundamentales: El abasto de agua a la población y los animales, para la conservación ecológica, la agricultura y la industria. Según establece la Ley 124 de las Aguas Terrestres y su Reglamento, el Decreto 337; al INRH como organismo de la Administración Central del Estado y autoridad nacional del agua, le corresponde controlar el patrimonio hidráulico, con especial atención al control del uso eficiente del agua y su calidad, encaminado a lograr una gestión integrada y sostenible por parte de las entidades productivas y de servicios, medibles a través del establecimiento de objetivos y metas. Como escalón clave para la aplicación de las políticas y regulaciones estatales en los territorios, aparecen las delegaciones provinciales (DPRH): Se encargan de aplicar las políticas del estado en los territorios, dirigiendo las entidades del sistema, respondiendo ante las autoridades de la provincia y el INRH por la explotación de las aguas por los diferentes organismos, el enfrentamiento a eventos extremos del clima y la conservación de la infraestructura hidráulica creada por el país, a través de los planes de inversiones y mantenimiento. El objetivo de presente trabajo es mostrar los resultados alcanzados en Villa Clara, gracias a la labor conjunta de las entidades del sistema, bajo la guía de la DPRH.