Para la conservación del patrimonio cultural se requiere de un profundo conocimiento de las obras de arte con el objetivo de determinar la caracterización de sus constituyentes químicos. Los estudios se llevan a cabo con diferentes motivos entre los que están incluidas la documentación de la obra, las causas de su deterioro y adiciones de antiguas restauraciones o intervenciones. El Alma Mater, escultura insigne de la Universidad de La Habana, se encontraba en estado de deterioro y había sufrido intervenciones no adecuadas. Por estas razones fue necesario restaurar la obra y para ello se hace un análisis de los componentes de la escultura, su recubrimiento y el ambiente que la afecta. Para ello se utilizan diferentes técnicas analíticas: Fluorescencia de Rayos X (FRX) y Espectroscopia de plasma inducido por láser (LIBS), para comprobar la aleación constituyente de la pieza; Microscopía Electrónica de Barrido acoplada a un sistema de Rayos X por Dispersión de Energías (SEM/EDX) apoyándose en Microscopia óptica y difracción de Rayos X (DRX), para realizar un estudio de los productos de corrosión y Espectroscopia Infrarroja por Transformada de Fourier con Reflexión Total Atenuada (FTIR/ATR), para estudiar el recubrimiento. Con la caracterización de la obra se podrá conocer a fondo los materiales empleados en su construcción, identificar zonas intervenidas, así como permitir la evaluación de las causas del deterioro.