Executive Secretary
        
      
14th International Workshop "Communities 2019: History and Development"
Communities 2019
Abstract
La innovación es un proceso que incorpora diferentes actores sociales. Actualmente, se aboga 
por paradigmas que promuevan formas de aprendizaje entre los diferentes actores involucrados 
en la gestión de la innovación, desde una comunicación horizontal y participativa que potencie 
el diálogo de saberes entre el conocimiento científico y el empírico. 
Ello supone un cambio de paradigma en la gestión de la innovación que convoque 
intervenciones focalizadas en el desarrollo y fortalecimiento de capacidades para aprender unos 
de otros y solucionar y manejar  problemas colectivamente (Daane, 2007); lo que exige 
desarrollar mecanismos de coordinación y cooperación interinstitucional explícitamente 
articulados a través de las políticas públicas  y  el establecimiento de vínculos entre los diferentes 
actores sociales involucrados en estos procesos, a fin de lograr una interconexión e integración 
que les permita mejorar las capacidades de innovación con vistas a encontrar soluciones viables 
para los problemas que enfrenta el sector agroalimentario. 
América Latina y el Caribe apuestan por el desarrollo de los sistemas de innovación y el diseño 
e implementación de políticas científicas, tecnológicas y de innovación para su potenciación en 
las diferentes regiones como una necesidad para el desarrollo de un enfoque sistémico en la 
gestión de estos procesos, donde la participación de diferentes actores sociales resulta clave 
para su desarrollo (Barletta, Marín, Stubrìn, Cassiolato, Lastres, Matos… Sutz, 2017).
El enfoque de sistemas de innovación, se caracteriza  de acuerdo  con Núñez, (2017)  por 
centrarse en los actores y sus interacciones, en las redes que generan flujos de conocimientos y 
tecnologías, la comunicación y cooperación entre actores, la relevancia de las normas, reglas, 
leyes donde las políticas son claves y también los diferentes tipos de conocimiento.
Los sistemas de innovación suponen definir estrategias comunes que reflejen, por un lado, el 
conjunto de las capacidades y las opciones más efectivas para su aprovechamiento en función 
de objetivos de mediano y largo plazo y, a nivel operacional, introducir los mecanismos 
apropiados para lograr que el trabajo efectivamente se desarrolle a partir de esas visiones 
comunes (Trigo, Mateo, y Falconi, 2013) donde la concertación por medio del diálogo resulta 
esencial para la sostenibilidad de las alianzas y proyectos conjuntos articulados con las 
estrategias de desarrollo local en pos de satisfacer necesidades y problemáticas asociadas al 
sector agropecuario. 
Sin embargo, autores  como  Barletta  et al, (2017) reconocen que, a pesar de sus diferentes 
niveles de madurez, los sistemas de innovación de América Latina y el Caribe comparten 
algunos rasgos comunes como las fallas de coordinación, discontinuidades en la ejecución y 
financiamiento y asimetrías en la capacidad de agencia de los actores. De modo que, las 
políticas de ciencia, tecnología e innovación deben apuntalar la superación de estas condiciones.
En el caso de Cuba, el país se propone, de acuerdo con lo estipulado en el Plan Nacional de 
Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta el 2030 perfeccionar el marco institucional en 
que se desarrolla la ciencia, la tecnología y la innovación y generar un ambiente donde los 
sistemas de innovación jueguen un papel clave para elevar el impacto del conocimiento y la 
calificación en el desarrollo económico y social del país  (PCC, 2017). Esto se encuentra  en 
correspondencia con las políticas y concepciones que se promueven a nivel internacional; sin 
embargo, no se hace referencia a cómo potenciar estos procesos a escala local.
Con relación los sistemas de innovación agropecuaria local  existen concepciones y 
metodologías muy contextualizadas desde la experiencia del Proyecto de Innovación 
Agropecuaria Local (PIAL). 
Estos sistemas  desde el PIAL se conciben como complemento del Sistema de Ciencia e 
Innovación Tecnológica, que dinamiza los territorios y fortalece el modelo de alianzas, 
consensos y diálogos en materia de innovación agropecuaria a nivel municipal. Responden a 
las características agroecológicas y productivas particulares de los territorios, como una 
instancia de concertación, coordinación, planificación, implementación, seguimiento y 
evaluación de los procesos de investigación e innovación agropecuaria. Se considera un modelo 
de relacionamiento y alianzas que permite el trabajo conjunto y participativo con instituciones 
de investigación, organizaciones de productores, así como productoras y productores 
individuales junto a organizaciones que promueven el desarrollo de la producción agropecuaria 
y de cadena en los territorios (Ortiz, Miranda, La O, Rivas, Romero, Alfonso… Christians, s.f.).
Desde el proyecto, a fin de articular los sistemas de innovación agropecuaria local, se  ha 
promovido  la creación de dos estructuras fundamentales: las Plataformas Multiactorales de 
Gestión y los Grupos de Innovación Agropecuaria Local.
Las  Plataformas Multiactorales de Gestión (PMG)  posibilitan  facilitar la concertación entre 
autoridades, actores institucionales, productores y otros componentes de los sistemas 
agroalimentarios para impulsar el desarrollo agropecuario local  y los  Grupos de Innovación 
Agropecuaria Local (GIALs) aglutinados por desafíos diversos de los sistemas 
agroalimentarios han aportado la construcción colectiva de soluciones a problemáticas de la 
producción y acceso a los alimentos a nivel municipal.
La conformación de estos grupos ha fortalecido la cooperación campesino a campesino, y con 
especialistas del área agropecuaria , el fortalecimiento de redes para la innovación propiciando 
el intercambio de experiencias, conocimientos en las propias fincas o en otros espacios a nivel 
local, nacional e internacional que les aportan los conocimientos para mejorar el rendimiento y 
calidad de sus producciones y contribuir a producir más alimentos para la población 
potenciando el desarrollo agropecuario local.
El PIAL ha promovido la innovación desde un enfoque sistémico, inclusivo y participativo. Sin 
embargo, a pesar de los pasos de avance en este sentido, no todos los actores de los procesos 
agropecuarios son conscientes de la importancia de su participación desde el rol y función que 
le corresponden desempeñar en cuanto a los procesos de innovación agropecuaria para 
potenciar el desarrollo local. Por lo que, no en todos los territorios estas estructuras se han 
logrado consolidar con un óptimo funcionamiento. 
Las problemáticas que se presentan para el funcionamiento de dichas estructuras han motivado 
a que algunos autores, según refiere Núñez (2017) consideren que, en los países 
subdesarrollados o emergentes, los sistemas de innovación son más potenciales que reales, 
siendo frecuente la desconexión entre actores; la fragilidad de los marcos institucionales; la 
escasa participación del sector empresarial y el sector financiero; la orientación de las agendas 
de investigación de grupos y centros hacia temas desconectados de los objetivos del desarrollo; 
la inexistencia de políticas públicas de ciencia, tecnología e innovación bien orientadas y que 
cuenten con instrumentos apropiados para este fin.
Tal situación alerta que no es suficiente el crear diferentes estructuras, lo fundamental es que 
funcionen desde una perspectiva sistémica. Por tanto, el SIAL se podrá constatar en la medida 
en que los actores participen, cooperen y se perciban las sinergias entre procesos y proyectos 
en correspondencia con la estrategia de desarrollo local.
Para el funcionamiento eficaz del sistema es fundamental  la  participación de los diferentes 
actores sociales  involucrados en estos procesos  desde el rol y función que cada cual desempeña, 
lo que demandará una participación diferenciada. La ponencia a compartir precisamente, 
pretende reflexionar sobre el papel que han de desempeñar actores sociales que se consideran 
claves para el funcionamiento de los sistemas de innovación agropecuaria local en el contexto 
cubano, con énfasis en los gobiernos locales, la universidad, organizaciones políticas,  el 
Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, el Ministerio de la Agricultura y actores 
asociados a las diferentes formas de producción cooperativa.
Resumen
La innovación es un proceso que incorpora diferentes actores sociales. Actualmente, se aboga 
por paradigmas que promuevan formas de aprendizaje entre los diferentes actores involucrados 
en la gestión de la innovación, desde una comunicación horizontal y participativa que potencie 
el diálogo de saberes entre el conocimiento científico y el empírico. 
Ello supone un cambio de paradigma en la gestión de la innovación que convoque 
intervenciones focalizadas en el desarrollo y fortalecimiento de capacidades para aprender unos 
de otros y solucionar y manejar  problemas colectivamente (Daane, 2007); lo que exige 
desarrollar mecanismos de coordinación y cooperación interinstitucional explícitamente 
articulados a través de las políticas públicas  y  el establecimiento de vínculos entre los diferentes 
actores sociales involucrados en estos procesos, a fin de lograr una interconexión e integración 
que les permita mejorar las capacidades de innovación con vistas a encontrar soluciones viables 
para los problemas que enfrenta el sector agroalimentario. 
América Latina y el Caribe apuestan por el desarrollo de los sistemas de innovación y el diseño 
e implementación de políticas científicas, tecnológicas y de innovación para su potenciación en 
las diferentes regiones como una necesidad para el desarrollo de un enfoque sistémico en la 
gestión de estos procesos, donde la participación de diferentes actores sociales resulta clave 
para su desarrollo (Barletta, Marín, Stubrìn, Cassiolato, Lastres, Matos… Sutz, 2017).
El enfoque de sistemas de innovación, se caracteriza  de acuerdo  con Núñez, (2017)  por 
centrarse en los actores y sus interacciones, en las redes que generan flujos de conocimientos y 
tecnologías, la comunicación y cooperación entre actores, la relevancia de las normas, reglas, 
leyes donde las políticas son claves y también los diferentes tipos de conocimiento.
Los sistemas de innovación suponen definir estrategias comunes que reflejen, por un lado, el 
conjunto de las capacidades y las opciones más efectivas para su aprovechamiento en función 
de objetivos de mediano y largo plazo y, a nivel operacional, introducir los mecanismos 
apropiados para lograr que el trabajo efectivamente se desarrolle a partir de esas visiones 
comunes (Trigo, Mateo, y Falconi, 2013) donde la concertación por medio del diálogo resulta 
esencial para la sostenibilidad de las alianzas y proyectos conjuntos articulados con las 
estrategias de desarrollo local en pos de satisfacer necesidades y problemáticas asociadas al 
sector agropecuario. 
Sin embargo, autores  como  Barletta  et al, (2017) reconocen que, a pesar de sus diferentes 
niveles de madurez, los sistemas de innovación de América Latina y el Caribe comparten 
algunos rasgos comunes como las fallas de coordinación, discontinuidades en la ejecución y 
financiamiento y asimetrías en la capacidad de agencia de los actores. De modo que, las 
políticas de ciencia, tecnología e innovación deben apuntalar la superación de estas condiciones.
En el caso de Cuba, el país se propone, de acuerdo con lo estipulado en el Plan Nacional de 
Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta el 2030 perfeccionar el marco institucional en 
que se desarrolla la ciencia, la tecnología y la innovación y generar un ambiente donde los 
sistemas de innovación jueguen un papel clave para elevar el impacto del conocimiento y la 
calificación en el desarrollo económico y social del país  (PCC, 2017). Esto se encuentra  en 
correspondencia con las políticas y concepciones que se promueven a nivel internacional; sin 
embargo, no se hace referencia a cómo potenciar estos procesos a escala local.
Con relación los sistemas de innovación agropecuaria local  existen concepciones y 
metodologías muy contextualizadas desde la experiencia del Proyecto de Innovación 
Agropecuaria Local (PIAL). 
Estos sistemas  desde el PIAL se conciben como complemento del Sistema de Ciencia e 
Innovación Tecnológica, que dinamiza los territorios y fortalece el modelo de alianzas, 
consensos y diálogos en materia de innovación agropecuaria a nivel municipal. Responden a 
las características agroecológicas y productivas particulares de los territorios, como una 
instancia de concertación, coordinación, planificación, implementación, seguimiento y 
evaluación de los procesos de investigación e innovación agropecuaria. Se considera un modelo 
de relacionamiento y alianzas que permite el trabajo conjunto y participativo con instituciones 
de investigación, organizaciones de productores, así como productoras y productores 
individuales junto a organizaciones que promueven el desarrollo de la producción agropecuaria 
y de cadena en los territorios (Ortiz, Miranda, La O, Rivas, Romero, Alfonso… Christians, s.f.).
Desde el proyecto, a fin de articular los sistemas de innovación agropecuaria local, se  ha 
promovido  la creación de dos estructuras fundamentales: las Plataformas Multiactorales de 
Gestión y los Grupos de Innovación Agropecuaria Local.
Las  Plataformas Multiactorales de Gestión (PMG)  posibilitan  facilitar la concertación entre 
autoridades, actores institucionales, productores y otros componentes de los sistemas 
agroalimentarios para impulsar el desarrollo agropecuario local  y los  Grupos de Innovación 
Agropecuaria Local (GIALs) aglutinados por desafíos diversos de los sistemas 
agroalimentarios han aportado la construcción colectiva de soluciones a problemáticas de la 
producción y acceso a los alimentos a nivel municipal.
La conformación de estos grupos ha fortalecido la cooperación campesino a campesino, y con 
especialistas del área agropecuaria , el fortalecimiento de redes para la innovación propiciando 
el intercambio de experiencias, conocimientos en las propias fincas o en otros espacios a nivel 
local, nacional e internacional que les aportan los conocimientos para mejorar el rendimiento y 
calidad de sus producciones y contribuir a producir más alimentos para la población 
potenciando el desarrollo agropecuario local.
El PIAL ha promovido la innovación desde un enfoque sistémico, inclusivo y participativo. Sin 
embargo, a pesar de los pasos de avance en este sentido, no todos los actores de los procesos 
agropecuarios son conscientes de la importancia de su participación desde el rol y función que 
le corresponden desempeñar en cuanto a los procesos de innovación agropecuaria para 
potenciar el desarrollo local. Por lo que, no en todos los territorios estas estructuras se han 
logrado consolidar con un óptimo funcionamiento. 
Las problemáticas que se presentan para el funcionamiento de dichas estructuras han motivado 
a que algunos autores, según refiere Núñez (2017) consideren que, en los países 
subdesarrollados o emergentes, los sistemas de innovación son más potenciales que reales, 
siendo frecuente la desconexión entre actores; la fragilidad de los marcos institucionales; la 
escasa participación del sector empresarial y el sector financiero; la orientación de las agendas 
de investigación de grupos y centros hacia temas desconectados de los objetivos del desarrollo; 
la inexistencia de políticas públicas de ciencia, tecnología e innovación bien orientadas y que 
cuenten con instrumentos apropiados para este fin.
Tal situación alerta que no es suficiente el crear diferentes estructuras, lo fundamental es que 
funcionen desde una perspectiva sistémica. Por tanto, el SIAL se podrá constatar en la medida 
en que los actores participen, cooperen y se perciban las sinergias entre procesos y proyectos 
en correspondencia con la estrategia de desarrollo local.
Para el funcionamiento eficaz del sistema es fundamental  la  participación de los diferentes 
actores sociales  involucrados en estos procesos  desde el rol y función que cada cual desempeña, 
lo que demandará una participación diferenciada. La ponencia a compartir precisamente, 
pretende reflexionar sobre el papel que han de desempeñar actores sociales que se consideran 
claves para el funcionamiento de los sistemas de innovación agropecuaria local en el contexto 
cubano, con énfasis en los gobiernos locales, la universidad, organizaciones políticas,  el 
Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, el Ministerio de la Agricultura y actores 
asociados a las diferentes formas de producción cooperativa.
About The Speaker
MsC. Yisenia Hernández Rodríguez