Estados Unidos ha jugado y sigue jugando un papel importante en la economía cubana, a pesar de las restricciones impuestas por el bloqueo y las nuevas regulaciones dictadas por el gobierno de Donald Trump. Los viajes son una de las principales áreas clave en los vínculos entre ambos países y la flexibilización de las políticas que pueden favorecer el incremento de los flujos turísticos de estadounidenses puede ocurrir en cualquier etapa, si se considera que depende de decisiones políticas; lo que quedó demostrado a partir de 2015 con el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Cuba prevé crecimientos de la industria turística y requiere incrementar y diversificar sus segmentos de clientes. En este contexto, es indispensable pronosticar la demanda turística para favorecer una gestión eficiente del destino y contribuir a su desarrollo sostenible. Por ello, el objetivo de la presente investigación fue pronosticar la demanda de estadounidenses a Cuba, para lo cual se utilizó el procedimiento propuesto por González García (2015) contextualizado al turismo, el que se sustenta en una red neuronal artificial perceptrón multicapa, diseñada en software libre y utilizando datos históricos de un destino análogo, como es el caso de República Dominicana, teniendo en cuenta la inexistencia de datos suficientes sobre Cuba. Como resultado se pronosticó la demanda para un período de tres años, a partir de la flexibilización de las restricciones a los viajes que aplica el gobierno de Estados Unidos, previéndose que el mercado estadounidense crecerá hasta convertirse en el primer mercado emisor a Cuba.