Los asentamientos informales forman parte de la realidad socio – urbana, pero de una realidad excluida determinada por la pobreza del hábitat y de sus habitantes. Cuba no se encuentra al margen de esta situación, la precariedad urbana es también un problema preocupante en el país. De ello dan cuenta los planes generales de ordenamiento urbano y territorial. Según el informe de ONU - Hábitat del Perfil de la vivienda en Cuba (2014) las principales causas identificadas son el deterioro del fondo edificado y la infraestructura urbana, así como las insuficientes áreas habitables, desconexión a agua potable y del saneamiento, y la inseguridad de la tenencia. El inventario de Barrios Precarios de Santa Clara (2011), identifica 18 barrios y 13 focos precarios, la mayoría se localizan en zonas periféricas de la ciudad, incluso dentro de zonas industriales. El barrio “Calle Monte” como caso de estudio. Se encuentra ubicado en el Consejo Popular Abel Santamaría, al noroeste de la ciudad de Santa Clara. El análisis realizado pone de manifiesto que la gestión local del hábitat en Santa Clara se limita a la acción sectorial de las instituciones, empresas y organismos con el encargo institucional. La misma reproduce al interior de la actividad los mismos niveles de verticalismo, centralización y asistencialismo que se constatan en las diferentes instancias. Ello demanda la descentralización de la actividad, el incremento de la participación desde las potencialidades endógenas y el fortalecimiento de los vínculos horizontales entre los actores sociales implicados, incluyendo la población residente.