En este capítulo se hace una revisión teórica sobre el “barrio” como un espacio de convivencia psicosocial que influye de manera directa sobre la vida de las personas. El objetivo que se persigue es analizar cómo determinados de sus indicadores relacionados con el nivel socioeconómico, la calidad de vida, el nivel de seguridad, y la exposición a la violencia, pueden influir en las percepciones, conductas y bienestar psicológico de los adolescentes mexicanos. En este análisis, se interpretan las particularidades de los diferentes ambientes de barrio en donde se describen los “efectos” que subyacen en lo cotidiano y que siguen marcando pautas de desigualdad social, ya sea desde lo objetivo (espacio físico que se habita) como desde lo subjetivo (relaciones que se establecen entre las personas que conviven en este espacio). Como conclusiones de esta revisión teórica se constata que las problemáticas sociales del entorno actual mexicano inciden de manera directa sobre las características y funcionalidad de los barrios y a la vez, pueden constituir un factor de riesgo que amenaza el bienestar psicológico de los adolescentes que en ellos conviven, por lo cual se hace necesario incorporar este nivel de análisis en las estrategias de intervención psicosocial y comunitaria.