La educación  enfrenta el desafío de políticas y prácticas  que garanticen el derecho  a  una educación inclusiva y de calidad  como se  declara en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.Episodios de violencia en las escuelas, obstruyen esas metas. El presente estudio, se propone  caracterizar las situaciones violentas entre coetáneos de escuelas primarias y secundarias básicas habaneras y la gestión de la violencia escolar por sus docentes. Se diseñó una estrategia cualitativa, se realizaron entrevistas individuales, grupos focales, observación y análisis de documentos. Los resultados evidencian  diversidad de manifestaciones de violencia entre pares y  motivos tales como: la no aceptación de la diversidad y el no respeto a las diferencias personales, sociales y vinculadas al aprendizaje. Desde las voces de estudiantes y profesores, se devela la dinámica de  naturalización, habituación y familiarización en el manejo docentes de las  situaciones violentas. Además,  se justifican a modo  de control disciplinar, se admiten  como  socialmente aprendidas, mediadas por patrones culturales tradicionales  difíciles de cambiar y se reafirman la práctica de relación violenta dando lugar a la gestión de la violencia .Se propone una experiencia de gestión en la que se aprende a pensar desde la práctica, la ciencia, la innovación, la capacitación de los docentes, y la participación de la comunidad educativa. La  escuela inclusiva deseada pudiera convertirse en una reproductora de desigualdades, si no  traducimos las políticas en prácticas inclusivas, y gestionamos la violencia escolar  con acciones y programas que estimulen el desarrollo humano de las infancias y adolescencias.