La escasez de agua para la producción de alimentos o consumo humano es cada vez más acentuada y nos lleva a investigar nuevas técnicas para su captación, exploración uso y cuidado. Es debido a la crisis que el ser humano ha desarrollado su capacidad de evolucionar y dado que sin agua no hay vida la actualización de conocimientos en este aspecto se ha vuelto vital, las maneras convencionales de abastecimiento de agua como precipitaciones o perforación de pozos para explorar acuíferos no son las únicas soluciones, si por complemento la naturaleza nos ofrece una fuente alternativa como la neblina que en realidad es agua que no tiene la capacidad de caer a tierra en los lugares donde se presenta, es tarea obligatoria el implementar un sistema que nos permita aprovechar este recurso para nuestras actividades productivas. La neblina es una nube que transporta agua y en muchas ocasiones a nivel del suelo, choca contra hojas, ramas, casas y automóviles, perdiéndose por no conocer una técnica adecuada que la capture, en el presente estudio se pretende elaborar un “neblinómetro” o captador de agua basado en experiencias exitosas de países como Chile y Perú para determinar la posibilidad de abastecernos del líquido vital en la Comunidad San Alejo del Cantón Puerto López de la Provincia de Manabí en donde los habitantes saben sembrar pero no se encuentra el factor principal para producir alimentos en los huertos familiares. Con nuestro estudio puntual en la zona descrita se pretende aportar de manera significativa a la problemática de la sequía con datos específicos acerca del potencial hídrico de las mallas atrapanieblas y servir de base a investigaciones futuras que perfeccionen la técnica para el mejoramiento de las condiciones de vida. La captación del agua de neblina es una alternativa de abastecimiento hídrico en los lugares donde se presenta esta condición pero muy poco utilizada debido al desconocimiento de la técnica apropiada que ponga a disposición el recurso de una manera efectiva. Para desarrollar esta práctica es necesario basarse en un captador o “neblinómetro” que no es más que un elemento hecho a manera de pared de malla saram o malla usada en los viveros para lograr sombra, ubicado perpendicularmente al viento predominante, acompañada de un canal recolector en su base sobre el cual se precipitarán las gotas de agua presentes en la neblina para su posterior recolección y utilización. Dependiendo de la cantidad de agua obtenida (litros) por metro cuadrado de captador se evaluará la efectividad de esta práctica que pudo tener resultados favorables en otros países pero no sabemos si en nuestra zona podrá ser una solución a la escasez de este recurso básico, ya que la carga de líquido que tiene la neblina varía según las condiciones climáticas de cada región.