Ante la necesaria participación de la población en la mitigación de riesgos del legado urbano-arquitectónico, este trabajo llama la atención acerca de cómo las percepciones y actitudes de los pobladores por el lugar (topofilia) pueden contribuir en este sentido. La problemática abordada se enfoca en los peligros provocados por la acción o inacción humana sobre el fondo residencial en zonas históricas, pues hay un incremento global de las afectaciones antrópicas en este sector. Sin embargo, se manifiesta en gran medida, la falta de percepción y manejo de estos impactos. Por ello, se realiza un estudio de caso, enmarcado en viviendas de valor patrimonial de determinadas zonas del centro histórico de la ciudad de Camagüey. Desde el diagnóstico preliminar en el área de estudio, se ha evidenciado la importancia de aprovechar el lazo afectivo entre las personas y el ambiente circundante, para frenar los daños físicos directos al patrimonio arquitectónico residencial. De ahí que la investigación busca caracterizar los niveles de topofilia identificados en las entrevistas a moradores de la zona declarada Patrimonio Cultural y de las cuatro zonas de protección más próximas a esta, para trabajar estas amenazas. Con las entrevistas semiestructuradas, se aplica la observación directa de conjunto con la guía para la identificación de estos impactos a nivel urbano y la consulta a expertos. Como resultado, se aporta la caracterización y el diagnóstico tanto de las afectaciones como de los niveles de topofilia, para trazar estrategias desde los vínculos afectivos del habitante con su entorno.