Es este un trabajo de reflexión, acerca del rol docente frente al avance impetuoso de las nuevas tecnologías, en especial, de la Inteligencia Artificial. El planteo que haré en este breve artículo, será acerca de cómo se debería afrontar el desafío frente a esta novedosa herramienta, que puede ser vista como una forma de reemplazar al docente, o simplemente correrlo del lugar central en el proceso de enseñanza aprendizaje que el docente tiene, y creo, de una manera más relevante aún, dentro de este nuevo contexto. Estimo que, sin subestimar el desafío que implica trabajar con las nuevas tecnologías, se advierte que estas, cambian rápidamente, y es necesario actualizarse, so pena de quedar rezagados frente a nuestros discípulos; pero las leyes científicas que rigen el actuar de la naturaleza, y cuya enseñanza es “el núcleo duro” de nuestra tarea docente, no cambian. Es entonces que debemos trabajar en un sentido de formación y en menor medida de información, la cual está disponible en cualquier dispositivo electrónico que usan los alumnos con absoluta familiaridad. El otro pilar de una formación científica para el nuevo ciudadano que estamos educando y formando, podemos hallarla con el uso de dos herramientas, quizás no muy usadas: la historia y la epistemología de la Ciencia. En otras palabras, y como conclusión, darle a la enseñanza de las ciencias en la escuela secundaria y preuniversitaria, un perfil no solo científico, sino también humanista. En este trabajo se desarrollará las maneras y criterios de cómo usar estas herramientas.