Simposio Internacional de Ciencias Farmaceúticas
SICF
Introduction: Chloroquine has been used in the treatment of autoimmune diseases and parasitic and viral infections. It was introduced for the treatment of COVID-19 for its in vitro activity against SARS-CoV-2.
Objective: To analyze the evidence of the use of chloroquine as an antiviral that led to its use in COVID-19.
Method: A bibliographic analysis based on bibliometric data from the Scopus database and on academic google was carried out on the use of chloroquine as an antiviral both in Cuba and in the world.
Results: The advent of COVID-19 exponentially increased the number of articles related to the antiviral effect of chloroquine. The benzoquinolinic nucleus attached to a hydrocarbon chain gives it great fat solubility, which allows its interaction with various proteins. The aminoalkyl side chain raises endosomal pH, altering viral replication. Chloroquine interferes with sialic acid biosynthesis, acidifying SARS-CoV-2 lysosomes, and inhibits several enzymes, altering virion assembly and sprouting. In addition, it reduces the production of pro-inflammatory cytokines. The appearance of moderate or severe adverse reactions (retinopathy, hemolytic anemia, muscle weakness, neuropsychiatric disorders, cardiotoxicity), of interactions with other drugs in the COVID-19 treatment scheme, since their effectiveness is questioned, led to their withdrawal of protocols and WHO therapeutic guidelines. It remains in the Cuban protocol, even in combination with other drugs that enhance its toxicity, but its use is limited.
Conclusions: Scientific evidence supports the broad antiviral and immunomodulatory spectrum of chloroquine, which led to its use in COVID-19. The high toxicity, the risk drug interactions and the existence of little clinical evidence of effectiveness against SARS-CoV-2, suggest its limited use from the Cuban protocol and the necessity to be disclosed the results of its clinical use in Cuba.
Introducción: La cloroquina ha sido empleada en el tratamiento de enfermedades autoinmunes e infecciones parasitarias y virales. Fue introducida para tratar la COVID-19 por su actividad in vitro contra el SARS-CoV-2
Objetivo(s): Analizar las evidencias del uso de cloroquina como antiviral que condujeron a su empleo en la COVID-19.
Metodología: Se realizó un análisis bibliográfico apoyado en datos bibliométricos de la base de datos Scopus y en google académico, sobre el empleo de la cloroquina como antiviral tanto en Cuba como en el mundo.
Resultados: El advenimiento de la COVID-19 incrementó exponencialmente el número de artículos relacionados con el efecto antiviral de la cloroquina. El núcleo benzoquinolínico unido a una cadena hidrocarbonada le confieren gran liposolubilidad lo que le permite su interacción con diversas proteínas. La cadena lateral aminoalquílica, eleva el pH endosomal alterando la replicación viral. Interfiere con la biosíntesis del ácido siálico, con la acidificación de los lisosomas del SARS-CoV-2 e inhibe varias enzimas, alterando el ensamblaje del virión y su brotación. Además, reduce la producción de citocinas proinflamatorias. La aparición de reacciones adversas moderadas o graves (retinopatías, anemia hemolítica, debilidad muscular, trastornos neuropsiquiátricos, cardiotoxicidad), las interacciones con otros medicamentos del esquema de tratamiento de la COVID-19 y su cuestionada efectividad, condujeron a su retirada de protocolos y guías terapéuticas de la OMS. Se mantiene en el protocolo cubano, incluso en combinación con otros fármacos que potencian su toxicidad, pero su uso se ha limitado.
Conclusiones: Las evidencias científicas avalan el amplio espectro antiviral e inmunomodulador de la cloroquina lo que propició su uso en la COVID-19. La elevada toxicidad, las interacciones medicamentosas riesgosas y la existencia de pocas evidencias clínicas de efectividad contra el SARS-CoV-2, sugieren su limitado uso del protocolo cubano y la necesidad de divulgar los resultados de su uso clínico en Cuba.
About The Speaker
Dr. Maraelys Morales González