• Problemática: Los cebos se encuentran entre las formulaciones sólidas de plaguicidas más utilizadas. La concentración del ingrediente activo en estos formulados no es elevada, razón por la que son más amigables con el medio ambiente. Entre las especies que constituyen plagas, las hormigas presentan características que las hacen susceptibles a este tipo de formulaciones. Existe un género de hormigas nombradas cortadoras que ocasionan daños estimados en 5 millones de dólares al año. • Objetivo(s): Obtener una formulación estable del insecticida fipronilo en forma de cebos, para el control de hormigas forrajeras. • Metodología: Se utilizó fipronilo como ingrediente activo, con un 95 % de pureza. Los ingredientes inertes empleados fueron: harina de maíz, acetona y miel de purga. Se realizó la formulación en cebo, a la cual se le determinaron: pH, densidad volumétrica y contenido de ingrediente activo por HPLC. Se realizó el estudio de estabilidad acelerada a los 14 días y de almacenamiento prolongado hasta doce meses. • Resultados y discusión: Se logró formular el fipronilo en forma de cebos. A tiempo cero se obtuvo que el pH de la formulación fue de 6, la densidad volumétrica de 0,575 g/mL y el contenido de ingrediente activo fue de 5,2 %. La formulación presentó valores similares a los 14 días, a los tres, seis, nueve y doce meses. • Conclusiones: Se logró obtener un formulado tipo cebo de fipronilo para el control de hormigas forrajeras, que resultó estable a los 14 días de almacenamiento acelerado en estufa y a los doce meses de almacenaje prolongado en anaquel.