Lo que distingue a las épocas económicas unas de otras, no es lo que se hace, sino el cómo se hace. También por ello, un aspecto clave en la industria de procesos químicos y fermentativos es la optimización. Independientemente de que cada vez más los métodos matemáticos y los poderosos software existentes nos posibilitan enfrentar el procesamiento y análisis de alternativas cada vez más complejas, el paso clave en la solución de un problema de optimización es la formulación de la función objetivo y las restricciones del problema en función de las variables independientes y susceptibles de ser fijadas en aquellos valores que nos brindan los mejores resultados. Es propósito de este trabajo demostrar cómo, en la práctica diaria de la profesión, pueden, los Ingenieros Químicos, aplicar los métodos de optimización en la gestión del conocimiento con vista a mejorar la eficiencia económica, ambiental y energética de los procesos industriales. Los ejemplos de aplicación aquí presentados se ajustan a situaciones reales, que de alguna manera alguno de los autores enfrentó en su vida profesional, están matizados por las condiciones reales técnico económicas de su ejecución, lo que permite demostrar que en cualquier circunstancia, en la búsqueda y aplicación de conocimientos, los métodos de optimización son una herramienta útil y posible, que sin duda resaltan su lugar esencia en los modernos métodos de investigación.