Cuba enfrenta actualmente uno de los retos demográficos más complejos de su historia, el acelerado envejecimiento de su población. Con más del 21% de sus habitantes mayores de 60 años y una tasa de natalidad que va en descenso, la isla se ha convertido en una de las sociedades más envejecidas de América Latina. Fenómeno el cual es, resultado de los avances en la salud pública lo que genera una elevada esperanza de vida. En un contexto donde jóvenes y adultos mayores coexisten con visiones, necesidades y experiencias distintas, surgen tensiones que afectan la transmisión de conocimientos, el cuidado mutuo y la integración comunitaria. Mejorar esta realidad no es solo una necesidad económica o sanitaria, sino un imperativo humano. Garantizar un envejecimiento activo y digno, mientras se fortalecen los lazos entre generaciones, es clave para construir una sociedad resiliente. El presente trabajo tiene como objetivo general implementar acciones socioculturales que hagan uso de la interculturalidad y las interacciones sociales en comunidades de alto envejecimiento. Tanto la metodología mixta como los métodos teóricos y empíricos abordan el diálogo intergeneracional y la cohesión social, los cuales permiten revelar que, aunque existen avances en la integración de adultos mayores, persisten desafíos como el aislamiento social y la falta de comunicación intergeneracional . Por lo cual el plan de acciones está en función de promover la interculturalidad como herramienta clave para fortalecer el tejido social en comunidades envejecidas y valorar el patrimonio cultural de los ancianos,  mejorando la calidad de vida de los adultos mayores y fomentando un envejecimiento activo y participativo.