El turismo como esfera dinamizadora del desarrollo económico y sociocultural, involucra diversos sectores de la sociedad. El sector de la Cultura resulta esencial, ante el complejo tejido y movilidades sociales hoy evidenciados, debido a nuevos agentes que, en cuanto a prácticas culturales, inciden en los campos cultural y turístico. Enfoques vulgares ignoran el papel que dichas prácticas suponen en tantas significaciones sociales. Ello exige una mayor interacción entre ambos campos, para conseguir un producto turístico de calidad integral, que no se limite a la excelencia de espacios físicos. La lógica de lo social hoy impone explicarlo y comprenderlo en los nuevos contextos para contrarrestar asimetrías generadas por patrones de consumo cultural que no siempre resultan constructivos. El trabajo tiene el objetivo de contribuir, desde el Programa Cultura-Turismo en Villa Clara, a la cooperación y preparación de actores sociales, implicados en la promoción y desarrollo de servicios culturales como parte de la gestión turística, en función de la materialización de la política cultural en ese ámbito. Se emplearon el método del grupo reflexivo; las entrevistas semiestandarizadas a funcionarios y especialistas de Cultura; y no estandarizadas a otros implicados; así como el análisis de documentos. Resulta una contribución en pos de la salvaguardia de la identidad local y nacional desde la gestión turística, a partir de legitimar la política cultural, no solo como pauta de su tratamiento en espacios de encuentro institucional con el entorno comunitario; sino como vía de construcción de hegemonía y coherencia en el proyecto social cubano.